¡Hola! Entender la diarrea en nuestros peques es el primer paso para ayudarles. En términos sencillos, la **diarrea** se manifiesta cuando las caquitas son más frecuentes de lo normal y mucho más líquidas de lo habitual. No es una enfermedad en sí, ¡sino más bien una señal! Generalmente, nos indica que hay algo irritando el intestino, casi siempre una infección.
Cuando los niños son pequeños, la diarrea puede ser un poquito más preocupante porque pierden líquidos más rápido. Por eso, es súper importante estar atentos a los síntomas y saber cómo actuar.
¿Por Qué Mi Hijo Tiene Diarrea? Causas Frecuentes
La diarrea puede tener varios "culpables". ¡Conocerlos nos ayuda a entender mejor la situación!
Virus (¡los más comunes!): Los "bichitos" como el rotavirus (aunque ya hay vacuna, ¡qué bien!), norovirus o adenovirus son los reyes de la diarrea. Suelen venir con vómitos, algo de fiebre y tripa revuelta.
Bacterias (a veces un poco más serias): Bacterias como la Salmonella o E. coli pueden aparecer, y la diarrea a veces puede tener un aspecto más feo (con sangre o moco), además de fiebre alta y dolor de barriga.
Parásitos (menos frecuentes, pero posibles): Algunos pequeños "huéspedes" como la Giardia pueden causar diarrea que va y viene.
Intolerancias alimentarias: A veces, el cuerpo de tu hijo no digiere bien algún alimento, como la lactosa, y esto puede provocar diarrea.
Medicamentos: ¿Ha tomado antibióticos? A veces, estos "curan" unas cosas, pero pueden desequilibrar la flora intestinal y causar diarrea.
Cambios en la dieta: Un nuevo alimento, o demasiado zumo de frutas, pueden soltar un poco la tripa. ¡Normalmente es leve!
Manos a la Obra: ¿Cómo Ayudarle en Casa?
¡Lo más importante es evitar que se deshidrate! Aquí tienes los pilares del cuidado en casa:
¡Líquidos sin parar!: Ofrece suero de rehidratación oral (SRO) a sorbitos pequeños y frecuentes. ¡Es mágico para recuperar lo que pierden! Evita refrescos o zumos comerciales, pueden empeorar la diarrea.
Continúa la alimentación: Ofrece preferiblemente alimentos blandos y fáciles de digerir, pero en general puede seguir comiendo lo que habitualmente come, eso incluye lácteos y derivados. Eso sí, evita los azúcares, chuches, zumos y refrescos azucarados.
Si toma pecho, ¡sigue y aumenta!: La leche materna es oro líquido, protege y le rehidrata a la vez. ¡Ofrece más tomas!
Higiene, higiene, higiene: Lávate las manos y lávaselas a tu hijo muy a menudo. Limpia bien los pañales y las superficies. ¡Así evitamos que el "bichito" se propague!
Cuidado con los medicamentos antidiarreicos: No los uses sin consultar al médico. En niños, a menudo pueden ser más perjudiciales que beneficiosos.
¿Cuándo ir al médico? ¡Una pequeña ayuda!
La mayoría de las veces, la diarrea se cura en casa. Pero hay momentos en que es clave buscar ayuda médica. Responde estas preguntas para ver si es el momento de llamar a tu pediatra: